martes, 26 de enero de 2010

Una Revolución en la Obra Pública en el Japón

El Gobierno Japonés decretó política de estado el uso de Gestión de Proyectos con Cadena Crítica CCPM

Japón está en una isla muy violenta, desastres naturales la golpean con frecuencia: terremotos, eventos volcánicos, tifones, etc. El gobierno tiene una enorme cantidad de trabajo reconstruyendo la infraestructura que pierden en los desastres. Más de seis millones de personas trabajan en el Ministerio de Tierras, Infraestructura y Turismo. La falta de infraestructura causa molestias, lucro cesante e inclusive se sabe que los proyectos que se retrasan cuestan vidas. Esto no es todo, hay una eterna problemática inherente a los proyectos, salen tarde, exceden el presupuesto y solo rinden una fracción de los beneficios. Los problemas de proyectos se traducen en problemas políticos, el público critica al gobierno, hay escándalos y se produce un desperdicio de los impuestos. No es de sorprenderse que también haya otros efectos indeseables, los contratistas se quejan de que hay demasiado trabajo de reproceso sin pago. Diferencias de opiniones entre representantes del gobierno y residentes locales son causa paros en la construcción. Con los retrasos en las etapas iniciales, burocráticas, al tiempo que los contratos son firmados ya no es posible entregar en la fecha de entrega prometida, llega el invierno y hay que parar el trabajo, etc.

Los japoneses ya lo hicieron en el pasado, después de la gran guerra, se dieron cuenta que para poder competir con el mundo occidental, debían dar un salto cuántico en su productividad, y para esto se apoyaron en los conocimientos del Dr. W. Edwards Deming y sus principios de calidad y control estadístico de procesos. Hoy al enfrentar el desastre de sus proyectos, han acudido a los principios que enseña el Físico Israelita Elyahu M. Goldratt y su Gestión de Proyectos con Cadena Crítica. Han decidido que todos sus contratistas deben usar esa metodología, y dan preferencia a aquellos que les ofrezcan planificar y controlar los proyectos con este mecanismo. Para demostrar su compromiso el gobierno está dispuesto a pagar multas significativas cuando por culpa de trámites gubernamentales se produzcan atrasos en tales proyectos. El método ha probado ser bueno para planificar las obras en tiempos más cortos, sin embargo factibles y que consideran las limitaciones de recursos, maquinaria, etc. Pero ellos han ido más allá, y han creado una relación tripartita de Ganar-Ganar-Ganar, primero el gobierno buscará consenso con los residentes para definir con claridad el objetivo y los entregables de cada proyecto, solamente entonces se planificará el proyecto para subordinarse a la satisfacción de estas necesidades sin descuidar la rentabilidad del contratista, de esta manera obtienen residentes más satisfechos, planes de proyectos que se cumplen en tiempo más corto y dentro del presupuesto y un gobierno que sirve a su pueblo sin desperdiciar impuestos y proyectando una imagen de seriedad y eficiencia.

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