lunes, 7 de junio de 2010

Creación de Valor vs. Ahorro de Costos

La mayoría de las compañías que conozco son austeras. Siempre hay como cortar un poco de excesos aquí y allá, pero nada que sea verdaderamente significativo. Es más, eliminar costos, puede poner en peligro el servicio al cliente, como en el caso de producción, por ahí nos damos cuenta que tenemos un grupo de obreros que no están trabajando al 100% y decidimos prescindir de ellos, el tiempo de entrega se alarga, quizás haciéndonos perder algunas ventas, si incumplimos las fechas de entrega, los clientes molestos quizás no vuelvan a comprar, y seguramente lo van a comentar en su círculo de influencia, lo que hará que en un futuro alguien ni siquiera nos considere como proveedores. Cada vez más los clientes exigen velocidad y puntualidad. Hace pocos la prensa local publicó sobre la visita de una delegación Japonesa que buscaban proveedores Ecuatorianos en diversos ramos. En la entrevista se recalcaba que las necesidades de los japoneses incluían: honestidad y cumplimiento en la entrega. No podíamos esperar menos de los mayores practicantes del Justo a Tiempo. Es oportuno citar las palabras del Dr. Ohno, ex presidente de Toyota "Todo lo que estamos haciendo [en Toyota] es mirar a la línea de tiempo que transcurre desde el momento en que recibimos una petición de un cliente hasta que recibimos su dinero... e intentando hacer esa línea cada vez más corta". Esta es la misión del Justo a Tiempo, incrementar el flujo a través de la eliminación del desperdicio, pero la capacidad sobrante no es desperdicio, alguna variabilidad, la inherente a los procesos, puede ser difícil de eliminar, ahí es donde necesitamos capacidad protectora, esas personas o máquinas que no trabajan al 100% pero que están disponibles para balancear el flujo. Piénsenlo, ¿vale la pena buscar disminuir costos? O quizás, buscar como generar más valor a través de aprender a cumplir los pedidos más puntualmente y en tiempos más cortos.

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